Hoy he visto una de las cosas más tristes que se pueden ver, un adiós, una despedida de una hija a su padre. En el último minuto del homenaje y despedida a Michael Jackson su hija le ha dedicado unas palabras. A eso no se le podía llamar discurso, pero ha sido lo más sentido que se ha escuchado en todo el homenaje. Su inocencia proclamaba que su padre era una buena persona, un buen padre, que lo quería y lo echaba de menos… Algo tan “sencillo” como eso me ha partido el corazón. Nunca es fácil despedirse de un ser querido, pero mucho menos de un padre. A esas criaturas se les ha roto su mundo, ya de por sí desequilibrado, y lo que les queda por delante no va a ser nada fácil.
Yo, por mi parte, como el resto de millones de fans, me conformo con ver sus videos, oir sus canciones, y desearle algo mejor que lo que se le otorgó en vida. En mi memoria permanece la sonrisa inocente de un niño, que no llegó a crecer, pero tampoco tuvo infancia.
Hay un videoclip de Michael, REMEMBER THE TIME, con Imán y Eddie Murphy, en el que casi al final, hay un segundo (08:55) en el que sonríe, con una dulzura que ahora mismo resulta dolorosa, pero que siempre permanecerá entre nosotros
A mi se me puso un nudo en la garganta. Besos, Athena.
ResponderEliminarLo confieso: yo no soy de Jackson. Nunca me ha gustado ni me gustará ahora que se ha convertido en controvertida leyenda.
ResponderEliminarLo que sí es cierto es que el momento en el que habló la niña se me puso, como dice Ananda, un nudo en la garganta. Al fin y al cabo, es el dolor de una niña que ha perdido a su padre siendo muy pequeña.
Es que cuando pierdes a un padre o una madre,da igual la edad que tengas,da igual que seas hijo de famoso,te sientes tan fragil y desprotegido...
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